
Todo comenzó en 1994, cuando Arroyito, como tantas otras ciudades, enfrentaba la falta de un servicio esencial.
La comunidad necesitaba respuestas, y un grupo de vecinos autoconvocados —junto a la Comisión Provisional de la Cooperativa de Electricidad y Servicios Públicos— decidió dar un paso adelante.
Así nació AMA, con un propósito claro: estar cerca cuando más se necesita.
Ambulancia, banco de sangre, elementos ortopédicos, salas velatorias… todo pensado para cuidar a su gente.
Con esfuerzo y visión, aquel sueño comenzó a tomar forma.
En marzo de 1995, AMA se consolidó como institución formal, marcando el inicio de una historia de crecimiento y compromiso con la comunidad.
Ese primer consejo directivo, presidido por Andrés Atilio Giupponi, y la gestión del secretario Roberto Miguel Risso, lograron el reconocimiento del Instituto Nacional de Acción Mutual (INAM, hoy INAES), obteniendo la matrícula que daba vida a este sueño compartido.
Un compromiso que crece
En 1997, se inauguraron las salas velatorias en colaboración con CESPAL, un espacio que brindó contención y acompañamiento en los momentos más difíciles.
En junio de 2004, AMA dio un paso clave con el lanzamiento del Servicio de Ayuda Económica, acompañando los proyectos y sueños de cientos de familias.
En noviembre de 2005, la mutual cruzó los límites de la ciudad y abrió su primera filial en Tránsito, autorizada por la Dirección del Registro y Fomento de Cooperativas y Mutuales.